miércoles, 27 de agosto de 2014

Plan Nacional de Fomento Hortofrutícola 2012-2020.

El Plan Nacional de Fomento Hortofrutícola 2012-2020 busca “mejorar la competitividad y productividad del sector a través de un modelo organizacional gremial, que permita el acceso a la asistencia técnica y transferencia de tecnología, financiación, información y capacitación a productores hortofrutícolas…”. Entre otros objetivos debe hacerse a procesos de investigación y desarrollo tecnológico.
Las cadenas exhiben problemas estructurales por la dispersión de la producción en una geografía de contrastes biofísicos, escasa asociatividad y baja empresarización, alta intermediación, ausencia de cadenas de frío e insuficiente oferta exportable. A esto se agregan retos tecnológicos por la escasa oferta de variedades y material de siembra certificado, problemas fitosanitarios con alta dependencia de pesticidas que limitan los mercados, modelos tecnológicos poco adaptados y procesos incipientes.
Para mejorar la productividad y competitividad, las cadenas construyeron sus agendas de investigación, desarrollo tecnológico e innovación enfocadas en generar alternativas productivas sostenibles, proveer y mejorar el talento humano y el desempeño sectorial, y habilitar el acceso a todos los mercados.

Enfoque de la Agenda.
Un reto es la gran diversidad de condiciones en la producción, donde predominan las explotaciones de pequeña escala y su destino al mercado interno. Corpoica en su Agenda Quinquenal de Frutales se concentra en nueve macroproyectos: Aguacate, cítricos, mango, mora, pasifloras, uchuva, guayaba, plátano y especies promisorias, pero se esperan soluciones tecnológicas en desarrollo genético, manejo fitosanitario, uso sostenible de recursos naturales, modernización de huertos, valor a la producción primaria y vinculación de tecnologías en modelos productivos regionales. Corpoica y sus aliados pretenden generar demandas de las cadenas, gracias a nuevas variedades de especies y modelos eficientes de suministro de siembra certificado; conocimiento epidemiológico, tecnologías de manejo y modelos de prevención fitosanitaria; requerimientos nutricionales e hídricos del cultivo, sistemas conservacionistas de uso del suelo, agua y nutrientes; tecnologías en arreglos, diseño, establecimiento y mantenimiento de huertos frutales; identificar atributos de alto potencial de uso y valorización de especies nativas; aplicaciones tecnológicas para la cosecha y poscosecha, y generación de nuevos productos; y capacitación de asistentes técnicos para el manejo sostenible.
Los trabajos de 2013 destacan: Nuevos cultivares de especies frutícolas y futura oferta de materiales genéticos con alto valor; desarrollo de bases tecnológicas para implementar la certificación fisiológica, genética y sanitaria de frutales en viveros; modelos e insumos para el manejo biológico de problemas sanitarios; tecnologías en huertos para el control de la estacionalidad y la regulación productiva en especies frutícolas perennes; e información epidemiológica sobre distribución y niveles de incidencia de plagas y patógenos para diseñar medidas de prevención. La idea es asegurar el rigor y la calidad científica; promover altos estándares éticos y valorar la crítica científica y el trabajo de equipo, y ayudar a proyectar y ordenar la construcción de capacidades técnicas y formación de talento humano.

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