1. ORIGEN.
El plátano tiene su origen probablemente en la región
indomalaya donde han sido cultivados desde hace miles de años. Desde
Indonesia se propagó hacia el sur y el oeste, alcanzando Hawaii y la
Polinesia. Los comerciantes europeos llevaron noticias del árbol a
Europa alrededor del siglo III a. C., aunque no fue introducido hasta el
siglo X. De las plantaciones de África Occidental los colonizadores
portugueses lo llevarían a Sudamérica en el siglo XVI, concretamente a
Santo Domingo.
2. MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA.
Familia: Musaceae.
Especie: Musa x paradisiaca L.
Planta: herbácea perenne gigante, con rizoma corto y
tallo aparente, que resulta de la unión de las vainas foliares, cónico
y de 3,5-7,5 m de altura, terminado en una corona de hojas.
Figura 1. Bananero (Musa x Paradisiaca).
Rizoma o bulbo: tallo subterráneo con numerosos puntos de crecimiento (meristemos) que dan origen a pseudotallos, raíces y yemas vegetativas.
Sistema radicular: posee raíces superficiales que
se distribuyen en una capa de 30-40 cm, concentrándose la mayor parte
de ellas en los 15-20 cm. Las raíces son de color blanco, tiernas
cuando emergen y amarillentas y duras posteriormente. Su diámetro
oscila entre 5 y 8 mm y su longitud puede alcanzar los 2,5-3 m en
crecimiento lateral y hasta 1,5 m en profundidad. El poder de
penetración de las raíces es débil, por lo que la distribución
radicular está relacionada con la textura y estructura del suelo.
Tallo: el verdadero tallo es un rizoma grande,
almidonoso, subterráneo, que está coronado con yemas, las cuales se
desarrollan una vez que la planta ha florecido y fructificado. A medida
que cada chupón del rizoma alcanza la madurez, su yema terminal se
convierte en una inflorescencia al ser empujada hacia arriba desde el
interior del suelo por el alargamiento del tallo, hasta que emerge
arriba del pseudotallo.
Hojas: se originan en el punto central de
crecimiento o meristemo terminal, situado en la parte superior del
rizoma. Al principio, se observa la formación del pecíolo y la
nervadura central terminada en filamento, lo que será la vaina
posteriormente. La parte de la nervadura se alarga y el borde izquierdo
comienza a cubrir el derecho, creciendo en altura y formando los
semilimbos. La hoja se forma en el interior del pseudotallo y emerge
enrollada en forma de cigarro. Son hojas grandes, verdes y dispuestas
en forma de espiral, de 2-4 m de largo y hasta 1,5 m de ancho, con un
peciolo de 1 m o más de longitud y un limbo elíptico alargado,
ligeramente decurrente hacia el peciolo, un poco ondulado y glabro.
Cuando son viejas se rompen fácilmente de forma transversal por el
azote del viento. De la corona de hojas sale, durante la floración, un
escapo pubescente de 5-6 cm de diámetro, terminado por un racimo
colgante de 1-2 m de largo. Éste lleva una veintena de brácteas ovales
alargadas, agudas, de color rojo púrpura, cubiertas de un polvillo
blanco harinoso. De las axilas de estas brácteas nacen a su vez las
flores.
Flores: flores amarillentas, irregulares y con
seis estambres, de los cuales uno es estéril, reducido a estaminodio
petaloideo. El gineceo tiene tres pistilos, con ovario ínfero. El
conjunto de la inflorescencia constituye el “régimen” de la platanera.
Cada grupo de flores reunidas en cada bráctea forma una reunión de
frutos llamada “mano”, que contiene de 3 a 20 frutos. Un régimen no
puede llevar más de 4 manos, excepto en las variedades muy fructíferas,
que pueden contar con 12-14.
Fruto: baya oblonga. Durante el desarrollo del
fruto éstos se doblan geotrópicamente, según el peso de este,
determinando esta reacción la forma del racimo. Los plátanos son
polimórficos, pudiendo contener de 5-20 manos, cada una con 2-20
frutos, siendo su color amarillo verdoso, amarillo, amarillo-rojizo o
rojo. Los plátanos comestibles son de partenocarpia vegetativa, o sea,
desarrollan una masa de pulpa comestible sin ser necesaria la
polinización. Los óvulos se atrofian pronto, pero pueden reconocerse en
la pulpa comestible. La partenocarpia y la esterilidad son mecanismos
diferentes, debido a cambios genéticos, que cuando menos son
parcialmente independientes. La mayoría de los frutos de la familia de
las Musáceas comestibles son estériles, debido a un complejo de
causas, entre otras, a genes específicos de esterilidad femenina,
triploidía y cambios estructurales cromosómicos, en distintos grados.
Figura 2. Fruto de la platanera.
3. IMPORTANCIA ECONÓMICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.
El plátano es la fruta tropical más cultivada y
una de las cuatro más importantes en términos globales, sólo por
detrás de los cítricos, la uva y la manzana. Los países
latinoamericanos y del Caribe producen el grueso de los plátanos que
entran en el comercio internacional, a pesar de que los principales
productores son India y China, siendo el principal cultivo de las
regiones húmedas y cálidas del sudoeste asiático. Los principales
importadores son Europa, EE.UU., Japón y Canadá. Los consumidores del
norte lo aprecian sólo como un postre, pero constituye una parte
esencial de la dieta diaria para los habitantes de más de cien países
tropicales y subtropicales.
El plátano es uno de los cultivos más
importante del mundo, después del arroz, el trigo y el maíz. Además de
ser considerado un producto básico y de exportación, constituye una
importante fuente de empleo e ingresos en numerosos países en
desarrollo.
4. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS.
4.1. Clima.
El banano exige un clima cálido y una
constante humedad en el aire. Necesita una temperatura media de 26-27
ºC, con lluvias prolongadas y regularmente distribuidas. Estas
condiciones se cumplen en la latitud 30 a 31º norte o sur y de los 1 a
los 2 m de altitud. Son preferibles las llanuras húmedas próximas al
mar, resguardadas de los vientos y regables. El crecimiento se detiene a
temperaturas inferiores a 18 ºC, produciéndose daños a temperaturas
menores de 13 ºC y mayores de 45 ºC.
En la cuenca Mediterránea es posible su
cultivo, aunque no para producir frutas selectas, en las localidades
donde la temperatura media anual oscila entre los 14 y 20 ºC y donde
las temperaturas invernales no descienden por debajo de 2 ºC.
En condiciones tropicales, la luz, no tiene
tanto efecto en el desarrollo de la planta como en condiciones
subtropicales, aunque al disminuir la intensidad de luz, el ciclo
vegetativo se alarga. El desarrollo de los hijuelos también está
influenciado por la luz en cantidad e intensidad.
La pluviosidad necesaria varía de 120 a 150 mm
de precipitaciones mensuales o 44 mm semanales. La carencia de agua en
cualquier momento puede causar la reducción en el número y tamaño de
los frutos y en el rendimiento final de la cosecha.
Los efectos del viento pueden variar, desde
provocar una transpiración anormal debido a la reapertura de los
estomas hasta la laceración de la lámina foliar, siendo el daño más
generalizado, provocando unas pérdidas en el rendimiento de hasta un
20%. Los vientos muy fuertes rompen los peciolos de las hojas, quiebran
los pseudotallos o arrancan las plantas enteras inclusive.
4.2. Suelos.
Los suelos aptos para el desarrollo del
cultivo del banano son aquellos que presentan una textura franco
arenosa, franco arcillosa, franco arcillo limosa y franco limosa,
debiendo ser, además, fértiles, permeables, profundos (1,2-1,5 m), bien
drenados y ricos especialmente en materias nitrogenadas. El cultivo
del banano prefiere, sin embargo, suelos ricos en potasio,
arcillo-silíceos, calizos, o los obtenidos por la roturación de los
bosques, susceptibles de riego en verano, pero que no retengan agua en
invierno.
La platanera tiene una gran tolerancia a la acidez del suelo, oscilando el pH
entre 4,5-8, siendo el óptimo 6,5. Por otra parte, los plátanos se
desarrollan mejor en suelos planos, con pendientes del 0-1%.
5. PROPAGACIÓN.
La platanera es incapaz de producir semillas
viables por lo que solo es posible su reproducción y perpetuación a
través de la propagación vegetativa o asexual. Por tanto, las
"semillas" utilizadas para la siembra corresponden a partes vegetativas
tales como retoños y cormos o hijos que, una vez separados de la
planta madre, pueden realizar su ciclo de crecimiento y producción.
Lo más recomendable es que el agricultor
seleccione el material de siembra a partir de plantas madres vigorosas,
sin signos visuales de ataques de plagas y enfermedades, realizando
limpieza y desinfección del mismo. Los hijos seleccionados deben ser
tipo espada, evitando el uso de aquellos catalogados como orejones o de
agua, ya que han perdido su vitalidad por desequilibrios nutricionales
o estrés hídrico.
Existen diversos métodos y formas de propagación:
- Propagación tradicional: es el
sistema de propagación más antiguo y hace uso de hijos o retoños. Se
caracteriza por la escasa o nula aplicación de prácticas culturales
básicas, de manera que las plantas se encuentran bajo libre
crecimiento, lo que provoca un alto índice de competencia entre ellas.
El material de propagación usado en este sistema proviene generalmente
de la misma plantación, siendo la eficiencia del mismo baja, existiendo,
además, riesgo de diseminación de plagas y enfermedades.
- Propagación por división de cormos:
puede ser aplicada a cormos procedentes de plantas jóvenes o recién
cosechadas. Para su aplicación es necesario ubicar e identificar las
yemas presentes en el cormo, lo que hace que el sistema sea altamente
eficiente. Las principales etapas para su aplicación son las
siguientes:
- Selección del material: se recomienda el uso de cormos aparentemente sanos y vigorosos. El número de plantas a generar dependerá del tamaño del mismo, por lo que los cormos pequeños no son recomendables.
- Limpieza y lavado: a los cormos seleccionados se les eliminan los restos de tierra, las raíces, aquellas partes que se encuentren afectadas por diversos daños y la parte aérea.
- Desinfección: se prepara una solución de agua y cloro a razón de 5 mL · L-1 de agua, en la cual se sumergen los cormos durante tres minutos para su desinfección.
- Exposición de las yemas: se corta la base de la hoja más externa hasta llegar a la siguiente, quedando expuesta una yema lateral en un punto en forma de "V" formado por la intercepción de las bases de las hojas.
- Corte: una vez descubiertas todas las yemas posibles en el cormo, se procede a realizar cortes en secciones, tratando en lo posible de dejar en cada sección una yema visible.
- Siembra: se realiza en canteros previamente preparados o directamente en bolsas de plástico tratando que la yema se encuentre cubierta por tierra o por el sustrato y cercana a la superficie.
- Propagación por división de brotes: se utilizan
cormos provenientes de plantas jóvenes o recién cosechadas. El cormo se
divide en 4-8 porciones (cada porción debe tener al menos una yema),
que son sembradas en canteros, los cuales deberán emitir nuevos brotes.
En ese momento, estos brotes son divididos cada uno en cuatro partes,
que son tratados y sembrados exactamente como el conjunto del cormo
original. En muchos casos, algunos de estos brotes divididos producen
meristemos múltiples, que pueden ser separados y sembrados. A través de
este sistema se pueden obtener más de 500 retoños de un solo cormo en
un periodo de ocho meses.
- Propagación por ruptura y eliminación de la yema central:
consiste en eliminar la yema apical con el fin de "romper" la
dominancia apical para inducir la activación de las yemas laterales y
producir mayor número de hijos por cormo, tanto en plantas cosechadas
como en plantas jóvenes. El número de hijos generados dependerá de
varios factores como el tipo de clon, las condiciones fisiológicas de la
planta y las condiciones climáticas.
- Propagación a través del uso de hijuelos o cormitos:
el peso no debe ser menor de 150 g y se recomienda pelarlos antes de
la siembra con cuidado de remover solo las raíces y la capa superficial
de la corteza para mantener la conformación original del mismo. El
momento de llevarlas a campo estará determinado por la presencia de
cuatro hojas verdaderas y una altura de 20 a 25 cm.
- Propagación a través de "vitroplantas": tiene
la capacidad de generar gran cantidad de plantas para la siembra a
medio plazo, en estado fitosanitario relativamente óptimo. A partir de
un ápice es posible lograr en un año, centenares de plantas libres de
nematodos, hongos, y de algunos virus y bacterias. A nivel comercial,
se basa en el uso exclusivo del meristemo o yema central para la
propagación in vitro.
- Propagación y producción simultánea (PPS):
tiene como funciones básicas la propagación de materiales de musáceas y
la producción de frutos simultáneamente. Se basa en el establecimiento
de un plantel de plantas madres provenientes de cultivo in vitro, en
el manejo de una alta densidad de siembra, donde la mitad de la
población es destinada para el establecimiento del cultivo y la otra
para la producción de "semillas" y en la inducción de brotes laterales
con ablación de la yema central.
6. MATERIAL VEGETAL.
El banano agrupa un gran número de plantas herbáceas del género Musa, tanto cultivares genéticamente puros de las especies Musa acuminata y Musa balbisiana como híbridos obtenidos a partir estas especies silvestres.
6.1. Variedades.
La mayoría de las variedades de plátano proceden exclusivamente de Musa acuminata. Entre las más importantes, destacan:
-Pisang Jari Buaya: es un diploide natural cuya
característica más importante es su alta resistencia a nematodos. Esta
condición la hace muy valiosa en los programas de mejoramiento genético
en los que se desean incorporar resistencia a esta plaga.
-Gros Michel: tiene unas extraordinarias
cualidades en cuanto a manejo y a conservación. Es una variedad grande y
robusta cuyo pseudotallo tiene una longitud de 6-8 m de coloración
verde claro con tonos rosas en algunas partes. Su peciolo posee en la
base manchas de color marrón oscuro y los limbos son verdes de 4 m de
largo por 1 m de ancho. Los racimos son alargados de forma cilíndrica
con 10 a 14 manos promedio. Los frutos de la fila interna se muestran
erectos pues su curva se encuentra en el pedúnculo y en la parte basal
del fruto. El ápice tiene forma de cuello de botella y el pedúnculo es
más corto y robusto. La maduración es regular y homogénea y es muy
susceptible a enfermedades como el mal de Panamá, por lo que hoy casi
ha desaparecido.
-Lacatan: se caracteriza por un crecimiento muy
rápido, ya que fructifica en menos de 10 meses. Alcanza alturas de 4-6 m
con racimos largos de forma cilíndrica y frutos curvados en su parte
apical. Los pedúnculos son largos y frágiles, el fruto es muy sensible a
parasitosis postcosecha y la maduración es delicada, siendo su fruto
menos atractivo.
-Sucrier: es un ejemplar diploide, con pseudotallo
oscuro, de tono amarillento y apenas cerúleo, que produce racimos
pequeños, de frutos de piel delgada y sumamente dulces.
-Dedo de Dama o Guineo Blanco: es un banano de
tronco delgado y fuerte sistema radicular, que produce racimos de entre
10 y 14 manos de 12 a 20 frutos. Es resistente a la sequía y a la
enfermedad de Panamá, pero susceptible a la sigatoka.
- Cavendish: se desarrolla en numerosas variedades:
- Cavendish Enano: porte grande, con las hojas anchas, tolerante al viento y a la sequía y que produce frutos medianos de buena calidad pero propensos a daños durante el transporte por la delgadez de su cáscara. Tiene la peculiaridad de tener flores masculinas indehiscentes.
- Cavendish Gigante o Grand Naine: porte medio, su pseudotallo tiene un moteado de color pardo, las bananas son de mayor tamaño que el Cavendish Enano, de cáscara más gruesa y sabor menos intenso.
- Robusta: porte pequeño y resistente al viento.
- Valery: variante de Robusta más resistente a Sigatoka, pero cuyo fruto es menos firme y ligeramente cerúleo en textura.
-Golden Beauty: tiene la
particularidad de su resistencia a la enfermedad de Panamá y a la
Sigatoka. Son bananos pequeños, con racimos cortos, pero resistentes al
transporte y de muy buen sabor.
-Morado: es resistente a las
enfermedades pero tarda más de 18 meses en fructificar. Es un banano de
gran porte, con hojas y tallos de color morado intenso. Produce
racimos compactos de unos 100 frutos de sabor intenso, tamaño medio y
cuya coloración vira a naranja a medida que madura.
De origen exclusivamente de Musa balbisiana la variedades más importantes son:
-Maricongo: porte grande con fruta muy angulosa y de buen tamaño.
-Saba: es de menor calidad culinaria pero inmune a la Sigatoka negra.
Finalmente, existen cultivares híbridos dipolides, triploides y tetraploides, de los cuales podemos destacar:
-Burro u Orinoco: planta alta,
resistente, de pocos frutos largos y muy gruesos, con la pulpa
ligeramente rosácea y comestible en crudo, aunque cocida es excelente.
-Francés: banano grande, vigoroso, con las flores masculinas indehiscentes.
-Laknau: híbrido triploide que se usa como material base para cruzamientos experimentales debido a que produce flores fértiles.
-Macho: bananos muy resistentes que producen poca fruta, comestible en crudo pero de sabor mucho más agradable tras la cocción.
-Manzana: banano muy grande, con
sólo una docena de manos por racimo y 16-18 frutas por mano, muy
resistente a la Sigatoka pero susceptible a la enfermedad de Panamá. El
fruto es muy fragante y ligeramente astringente antes de madurar
aunque muy sabroso.
-Mysore: vigoroso, resistente a
la sequía, inmune a la enfermedad de Panamá y poco susceptible a la
Sigatoka. Produce racimos compactos de bananas de piel delgada y color
amarillo brillante con sabor subácido.
-Cenizo: extremadamente alto, con
un tallo floral elongado y pocas manos por racimo. Produce frutos
angulosos, muy grandes, de piel cenicienta y pulpa muy blanca y con una
alta concentración de azúcar.
-Chato o Bluggoe: resistente a las enfermedades, produce racimos de frutos de gran tamaño, distintivos por su estructura abierta.
-Pelipita: resistente a la Sigatoka negra, sus frutos tienen un sabor poco intenso.
-Tiparot: tetraploide desarrollado por su resistencia a las enfermedades, pero poco productivo.
-Dominico: híbrido
caracterizado por su sabor dulce, aunque los dedos son cortos,
delgados y rectos. El racimo se caracteriza por la presencia de la
inflorescencia masculina.
-FHIA 21: tetraploide
caracterizado por ser de porte mediano, con tallo de color verde y
franjas rosado-amarillentas, hojas verdes y ligeramente duras y de un
racimo largo con un promedio de 80 dedos.
7. MEJORA GENÉTICA.
El objetivo general de un programa de mejora
genética de banano es el desarrollo de híbridos resistentes a las
principales plagas y enfermedades. También se intenta que las variedades
mejoradas tengan la habilidad de prosperar bajo condiciones de
crecimiento adversas. De esta forma se reduce la dependencia del
cultivo a los fertilizantes y se contribuye al desarrollo sostenible de
la producción y productividad.
Durante los últimos 25 años se han llevado a
cabo gran cantidad de investigaciones, con la intención de establecer
variedades cuyo sabor y cualidad de conservación puedan igualar a las
de Gros Michel. Mientras se sigue investigando para encontrar un
sustituto aceptable de esta variedad, muchos productores de Brasil,
Fiji e India están cultivando la variedad Lacatan, la cual se siembra
principalmente en las Islas Canarias con fines de exportación.
Los estudios citológicos han mostrado que el
plátano está constituido por 11 cromosomas con un total de 500 a 600
millones de pares de bases, tratándose de uno de los genomas más
pequeños de todas las plantas, y que la mayoría de las variedades
cultivadas son triploides. Por tanto, sólo un pequeño porcentaje de los
óvulos producidos por las flores de las variedades triploides son
capaces de ser fertilizados. Si las flores se polinizan con polen
procedente de una especie o variedad diploide, la descendencia
resultante será principalmente tetraploide.
La comparación de los genomas de las
variedades asiáticas silvestres con las de los cultivares africanos,
proporcionará un aspecto poco común acerca de los efectos en cuanto a
los agentes de las enfermedades sobre la evolución del genoma.
8. PARTICULARIDADES DEL CULTIVO.
8.1. Selección del terreno.
Es uno de los factores de mayor importancia al
establecer el cultivo, ya que está relacionado con la vida útil y
calidad de la plantación, con la posibilidad de mecanización de ciertas
labores, facilidad de cosecha y manejo de problemas fitosanitarios. Por
tanto, el cultivo debe estar cerca de fuentes de agua, debe contar con
vías de acceso y debe tener buenos drenajes o posibilidad de
realizarlos.
8.2. Preparación del terreno.
La preparación del terreno para la siembra
depende de la procedencia del lote de siembra y de las propiedades
físicas del suelo tales como textura, estructura y topografía del
terreno. Esta debe involucrar unas labores de arado y rastra mínimas de
manera que se evite disturbar el suelo y no se predisponga a las
plantas al volcamiento.
8.3. Distribución de canales y drenajes.
Se realiza la distribución de los canales de riego así como la ubicación de compuertas y tomas de agua.
Los drenajes se deben realizar en regiones
húmedas, donde la precipitación anual es alta y los suelos son planos o
ligeramente ondulados. Su objetivo es la evacuación del exceso de agua
que se encuentre bien sea en la superficie del suelo o a mayor
profundidad, propiciando así buenas condiciones de aireación en la zona
radicular. Podemos distinguir:
- Canales primarios: tienen como función recoger y evacuar rápidamente las aguas provenientes de los canales secundarios y terciarios. Para su construcción o adecuación se puede aprovechar la mayor depresión del terreno, ríos, caños y quebradas.
- Canales secundarios: constituyen la base del sistema de drenajes. Su profundidad y frecuencia están determinados por la topografía y el nivel freático de los suelos.
- Canales terciarios: depositan sus aguas en los canales secundarios. Sirven para mantener el nivel freático a una profundidad adecuada para las raíces, evacuan rápidamente las aguas superficiales evitando encharcamientos.
- Canales cuaternarios o Sangrías: Se construyen en áreas pequeñas donde se producen encharcamientos para evacuar el agua superficial.
La profundidad de los canales de drenaje está
determinada por las propiedades físicas del suelo y la intensidad y
frecuencias de las lluvias, pero en general tienen una profundidad de
1,20 y 1,50 m.
8.4. Siembra.
El rendimiento del cultivo de banano depende
de la selección de una densidad de población adecuada para la región en
cuestión, teniendo en cuenta para decidir sobre la misma parámetros
tales como variedad, precipitación, propiedades físicas y químicas del
suelo y sistema de deshijado.
La selección de la semilla para siembra se
realiza utilizando aquellas cepas o semillas procedentes de semilleros
de plantaciones sanas, pudiendo utilizarse como material de propagación
cepas de plantas maduras, cepas de plantas no maduras (esta es la
mejor para plantarla) y cepas de hijos de espada. Todas ellas deben
sanearse eliminando las raíces viejas y desinfectarse posteriormente.
Una vez elegida la semilla se procede a la
apertura y preparación de los hoyos, cuyo tamaño dependerá del tamaño
de la misma. En general, se recomiendan huecos de 0,30-0,40 x 0,30-0,40 x
0,30-0,40 m. Es conveniente agregar 2-3 kg de abono orgánico en el
fondo del hoyo para mejorar el desarrollo de las raíces.
Posteriormente, se procede a la colocación del cormo en el hueco y se
tapa con el resto de suelo que se sacó de allí. El suelo de relleno se
apisona para evitar que queden cámaras de aire que faciliten
pudriciones de las raíces por encharcamiento.
En la tabla 1 se muestran algunas distancias de siembra y la población que se obtiene por hectárea:
Tabla 1. Distancias de siembra y población por hectárea.
En general, si se incrementa la densidad de
siembra se eleva el rendimiento bruto, pero disminuye el número de
dedos por mano y racimo, hay un menor peso del racimo y la maduración es
más lenta. Por tanto, una mayor densidad de siembra debe compensarse
con una mayor fertilización y, en general, un mejor manejo.
Una vez realizada la siembra conviene realizar un riego.
En los últimos tiempos, el cultivo del banano
se está instalando también bajo invernadero de plástico o de malla de
6-7 metros de altura. Las plantaciones modernas se realizan con amplios
pasillos, que facilitan la mecanización, y permiten lograr densidades
de 2.000-2.400 plantas · ha-1.
8.5. Control de malas hierbas.
En los platanares el control de las malas hierbas
resulta un grave problema. Dado que el sistema radical de la platanera
es superficial, es importante reducir la competencia con las malas
hierbas por el agua, la luz y los nutrientes. Además, muchas de estas
plantas son hospedadoras de enfermedades e insectos plaga.
El manejo de malas hierbas debe realizarse
mediante la integración de métodos culturales, mecánicos y químicos y
su efectividad dependerá de la oportunidad y eficiencia con que se
realicen.
El control manual es la forma tradicional de
controlar las malas hierbas aunque requiere mucha mano de obra y
presenta elevados costes. Presenta el inconveniente, además, que en
climas lluviosos las malezas se recuperan rápidamente. Consiste en la
utilización de herramientas como el machete y la rula para eliminar las
malas hierbas. Se recomienda durante el establecimiento del cultivo ya
que permite un control de malezas selectivo sin causar perjuicios a
las plantas.
También es posible realizar un control
cultura, el cual consiste en proporcionar a la planta todas las
ventajas para que se desarrolle rápida y uniformemente. Por ello,
involucra aspectos tales como la obtención de semillas de buena
calidad, fertilización, distancias de siembra y el uso de coberturas.
Finalmente, para la lucha química se utilizan herbicidas de contacto contra gramíneas y herbicidas sistémicos.
8.6. Fertilización.
Las primeras fases de crecimiento de las
plantas son decisivas para el desarrollo futuro, por tanto es
recomendable en el momento de la siembra utilizar un fertilizante rico
en fósforo. Cuando no se haya realizado abonado inicial, la primera
fertilización tendrá lugar cuando la planta tenga entre 3 y 5 semanas,
recomendándose abonar al pie en vez de distribuir el abono por todo el
terreno, ya que esta planta extiende poco las raíces.
En condiciones tropicales, los compuestos
nitrogenados se lavan rápidamente, por tanto se recomienda fraccionar
la aplicación de este elemento a lo largo del ciclo vegetativo.
A los dos meses, es recomendable aportar urea o
nitrato amónico, repitiendo el tratamiento a los 3 y 4 meses. Al
quinto mes se debe realizar una aplicación de un fertilizante rico en
potasio, por ser uno de los elementos más importantes para la
fructificación del cultivo.
En plantaciones adultas, se seguirá empleando
una fórmula rica en potasio (500 g de sulfato o cloruro potásico),
distribuida en el mayor número de aplicaciones anuales, sobre todo en
suelos ácidos. Se tendrá en cuenta el análisis de suelo para determinar
con mayor exactitud las condiciones actuales de fertilidad del mismo y
elaborar un adecuado programa de fertilización.
El uso de abonado orgánico es adecuado en este
cultivo no sólo porque mejora las condiciones físicas del suelo, sino
porque aporta elementos nutritivos. Entre los efectos favorables del
uso de materia orgánica, está el mejoramiento de la estructura del
suelo, un mayor ligamiento de las partículas del suelo y el aumento de
la capacidad de intercambio.
8.7. Riego.
El plátano requiere grandes cantidades de agua
y es muy sensible a la sequía, ya que ésta dificulta la salida de las
inflorescencias dando como resultado, racimos torcidos y estrenudos muy
cortos en el raquis que impiden el enderezamiento de los frutos. La
sequía, también produce obstrucción foliar, provocando problemas en el
desarrollo de las hojas.
Una humedad apropiada del suelo es esencial
para obtener buenas producciones, particularmente durante los meses
secos del año, en los que se debe asegurar un riego adecuado. Sin
embargo, debe tenerse precaución y no regar en exceso, ya que el
plátano es extremadamente susceptible al daño provocado por las
inundaciones y a suelos continuamente húmedos o con un drenaje
inadecuado.
Los sistemas de riego más empleados son el
riego por goteo y por aspersión. En verano, las necesidades hídricas
alcanzan aproximadamente unos 100 m3 de agua por semana y por
hectárea y en otoño la mitad. En enero no se riega y en febrero, una
sola vez. Los riegos se reducen cuando los frutos están próximos a la
madurez.
Por otro lado, la platanera sólo puede
aprovechar el agua del suelo cuando tiene a su disposición suficiente
cantidad de aire, por lo tanto, la cantidad de agua y de aire en el
suelo deben estar en cierto equilibrio para obtener un alto rendimiento
en el cultivo.
Como se ha comentado, el drenaje es una de las
prácticas más importantes del cultivo. Un buen sistema de drenaje
aumenta la producción y la disminución de la incidencia de plagas y
enfermedades. Se recomienda realizar el drenaje, cuando la capa de agua
esté a menos de 40-60 cm de la superficie, aunque sea temporalmente.
8.8. Deshijado.
El deshijado es una práctica cultural que
tiene por objeto obtener una densidad adecuada por unidad de
superficie, mantener un espaciamiento uniforme entre plantas, regular el
número de hijos por unidad de producción y seleccionar los mejores
hijos. Con un deshijado constante y eficiente se obtiene mayor
producción y distribuida ésta durante todo el año.
En una planta de banano hay tres clases de hijos:
-Hijos de espada o puyones: nacen
profundos y alejados de la base de la planta madre, creciendo fuertes y
vigorosos. El follaje termina en punta, de ahí su nombre y es el mejor
ubicado.
-Hijos de agua: desarrollan hojas
anchas a muy temprana edad debido a deficiencias nutricionales. Siempre
deben ser eliminados y se utilizan cuando hay un solo hijo de espada.
-Rebrotes: son los hijos que
vuelven a brotar después de haber sido cortados. También desarrollan
hojas anchas prematuramente y se diferencian de los anteriores en que
se puede apreciar en ellos la cicatriz donde se realizó el corte. La
rapidez de crecimiento de esto rebrotes decide la frecuencia de los
deshijados.
Cuando se realiza él deshijado los cortes
deben realizarse de forma que se elimine la yema de crecimiento de hijo,
evitando, de esta forma, el rebrote. El corte se dirige de adentro
hacia afuera para no herir a la madre y posteriormente se procede a
cubrir la parte cortada.
8.9. Deshojado.
Consiste en la eliminación y limpieza de hojas
secas o dobladas en la base de los racimos que estén interfiriendo en
su desarrollo con el fin de obtener una mejor exposición de los racimos
a la luz, el aire y el calor. Para mantener una superficie
asimilatoria adecuada se deben dejar entre 8 y 9 hojas por planta.
El corte debe realizarse lo más cerca posible
de la base de la hoja. Si en parte de una hoja joven y sana interfiere
un racimo puede eliminarse esa parte rasgándola o cortándola, dejando
el resto para que cumpla su función.
En general, se recomienda deshojar cada 15-21 días, aumentado la frecuencia cuando la infección de sigatoka es grave.
8.10. Apuntalado.
El apuntalado se hace necesario en todas aquellas
plantas con racimo para evitar su caída ocasionando pérdida de fruta.
Algunos de los materiales que se utilizan para el apuntalado son la caña
de bambú, caña brava, pambil, alambre, piola de yute y piola de
plástico o nylon. Los más generalizados son la caña de bambú y la caña
brava, utilizándose dos palancas o cuajes según la variedad cultiva
colocados en forma de tijera con el vértice hacia arriba, en posición
tal que no tope con el racimo.
8.11. Enfundado.
Consiste en proteger el racimo con una funda
de polietileno perforada de dimensiones convenientes. Se ha llegado a
comprobar que la fruta enfundada tiene un 10% más de peso, estando
además ésta libre de la incidencia de daños causados por insectos,
hojas y productos químicos, presentando un aspecto limpio y de
excelente calidad.
La época más adecuada para realizar el enfunde
es cuando se produce la caída de la tercera bráctea de la
inflorescencia y queda abierta la correspondiente mano.
8.12. Desmane.
Consiste en eliminar ocasionalmente la última
mano o falsa mano y una o las dos siguientes que se estime que no
llegarán a adquirir el tamaño mínimo requerido, favoreciendo al
desarrollo de las restantes.
Se realiza cuando los frutos están colocados
en dirección hacia abajo, sin usar herramienta alguna, simplemente con
la mano.
Ruta de origen: http://www.infoagro.com/frutas/frutas_tropicales/platano.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario